El pensamiento hace de cada uno como es, y ser como eres, es existir, si existes tienes la suerte de ser uno de los pocos diferentes:)
23 ene 2012
Virimundis,capitulo 7:Un viaje profundo(parte 2)
El único problema para volver a la tierra es, que la maquinaria de la que te hablaba necesita un material único en el mundo para volver al pasado. Los científicos nos saben absolutamente nada de él, solo que alberga una energía parecida a la de la estrella a la que los humanos del pasado llamabais sol. Hacemos todo lo posible por averiguar cosas sobre el material, aunque algunos de los científicos advierten de que sus propiedades harían imposible su existencia en el virimundis. Eso alarga las investigaciones muchísimo. Tú ya no eres tú. Tú crees que eres el mismo que el de la Tierra, pero eso no es así. En la Tierra eras un hombre corpulento, midiendo un metro y ochenta y cinco centímetros. En el 2037, eso no es nada. Ahora mides dos metros, aproximadamente-. Me vi a mi mismo. Era muy diferente, físicamente. En realidad, era el hombre al que asesinó Gumpert, para ser más exactos. -La suerte de esto, es, sin duda, que puedas entender al reencarnarte en aquel hombre y vivir perfectamente. Una de tus compañeras tuvo que aprender el idioma, el lingua sapiens. El día que fuiste al baño no entendiste bien las letras del idioma del virimundis, porque el acoplamiento de tu mente no estaba completamente cerrado. Hoy, puedes leerlo completamente. El virimundis es muy complejo. Demasiado para entenderlo en diez minutos, ya lo iras descubriendo-. Vi el virimundis otra vez. –Lo último por decirte es sobre el acoplamiento de tu cerebro con las horas. Al no haber estrella que ilumine el planeta, las horas se miden según el color de la muñeca. La muñeca va cambiando según la hora. Si es del color del cuerpo, quiere decir que el acabas de pasar al próximo día Si se vuelve verde, llega la mañana y negra si llega la noche. Así pues hasta que ese metal no sea encontrado, me temo que tu utilidad aquí no es más que compañerizarte con tus compañeros de grupo y prepararte para el gran día…Vi el abismo plagado de nubes y con mucha fuerza la cabeza volvió a mi sitio y desperté. El hombre que me había puesto el casco, me sonreía amablemente. –Espero que te haya quedado claro de lo que va tu estancia en el planeta verde-. Asentí y salí de la cabina. –Me llamo Gárgamel, y soy el capitán del grupo de los protegidos. Tengo el honor de presentarte a los dos últimos ocupantes-. Me dejó un amplio campo de visión, apartándose. Antes de poder verles, Gárgamel me los presentó. –Este es Magna Cerebri-. Me saludó un hombre con una gran frente. Además no tenía pelo, y resaltaba muchísimo la cabeza. – Y esta es domina sapien, aunque le llamamos Romina-. Me presentó a una mujer hermosísima. Me perdí con la mirada en su cuerpo. No volví a ser el mismo aquel día. El viaje intelectual fue maravilloso, pero esto era muy impactante. Sus ojos verdes brillantes me hipnotizaban, junto con el cabello liso y terso. Era una rubia asombrosa. Me percaté de que se había dado cuenta de que la estaba observando y alcé la mirada silbando, como si no hubiese pasado nada. Se ha hecho demasiado tarde para hacer las practicas- me dijo Gárgamel. –Nos veremos mañana cuando la muñeca sea verde-me despidió. Adiós, les dije, mientras me desvanecía flotando. El sirviente de Gumpert me estaba esperando. –Que tenga una buena tarde, Magnus heros- me dijo. Se lo agradecí y salí de la calle antigravedad. La calle se cerró. A explorar el virimundis...
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